Para empezar, mejor apostar a caballo ganador, y que mejor caballo que Opeth. Una banda que para mi gusto no se supera en cada disco, porque es básicamente imposible.
Sé que al principio se puede hacer complicado, sobre todo por la voz del cantante, Mikael Akerfeldt, pero se le acaban cogiendo cariño a esos gritos tan guturales que suele ofrecer el maestro sueco. Por no hablar de lo que se llegan a erizar los pelos de la nuca en las transiciones acústicas, donde Akerfeldt saca lo mejor de si mismo, tanto a la guitarra como con el micrófono.
Watershed probablemente no es el mejor disco de Opeth, pero bueno, es el último y el que más reciente tenemos todos los fans. En él, los de Estocolmo hicieron algo nuevo y con lo que me sorprendí: en el tema Coil incorporan una voz femenina. Normalmente las voces femeninas en el rock en general no me han inspirado demasiado, pero bueno, es Opeth y se les perdona. Aun así, sin ser la mejor es mejor que el 90% de las canciones que salen hoy en dia.
Por lo demas, Opeth sigue haciendo de las suyas. Temas de duracion considerable, riffs pesados, transiciones acusticas absolutamente increibles... y algun que otro experimento que causo un poco de controversia entre los fans mas acerrimos, vease la citada Coil y The Lotus Eater.
Hablando de Lotus Eater, el teclado cobra más protagonismo que en previos discos, lo cual me agrada bastante, pero ese "freakout" de la mencionada Lotus Eater me chocó un poco, por asi decirlo.
Para acabar, cabe decir que si escucháis la Deluxe Edition del disco, hay dos covers muy interesantes: Bridge of Sighs, original de Robin Trower y Den Standiga Resan, acerca de la cual no tengo palabras... es mágica.
Ya vale por hoy. Compraos este disco, realmente merece la pena. Éste si.
